Una
canción. Un amigo, o dos. Drogas. Rock. Sexo. Internet. Un documento de Word
lleno de mierda. Uñas pintadas. La televisión sin sonido. Un atardecer que ya
no quiero fotografiar. Un paquete de cereales tirado sobre la mesa. El cuaderno
al lado, como siempre. Un escalofrío por la espalda al recordar. El suelo y la
sábana tirada. Un pañuelo que ha recogido alguna que otra pena. Una nube
solitaria. Un tanatorio. Los restos de una fiesta. Un cenicero con colillas de
porro. Pilas gastadas. Un columpio. Un hombre que vendió el mundo.
El ser
sin ser, el querer y no poder, el poder y no saber. El siempre yo primero pero
siempre última. Un enfado resuelto por sms, un sms que lleva a enfado. Cortarse
las venas con un folio y escribir con la sangre una carta de amor. Tardes de
sol ardiente sobre un mantel de colores.
Arrancarse
los pelos de uno en uno para sentir algo. Morder el brazo para no gritar, o
gemir, o herir, o vomitar. Llorar solo una lágrima. Pedir un deseo a una
pestaña que ya se ha volado. Un árbol quemado, sangre en el suelo, una tijera.
Una amenaza, una declaración, una súplica, un puñetazo. Una carcajada impregnada
de veneno de farmacia. Un calambre en la muñeca que hace una paja. Un peluche
que mira triste con ojos de botón.
Una
tormenta de verano que acaba en resfriado. Un baño desnudo en la playa. Una
cicatriz en el corazón. Un miedo, una arcada, mil preguntas sin respuesta. Un
enfermo terminal que mendiga en el cajero, y tres millonarios que roban dentro.
Una patada a un cristal, un pellizco en el culo, un polvo. Otra copa.
Una
vela que se consume, un suicidio con taladro, un desfibrilador, un condón sin
usar, un niño con las rodillas peladas, un muñón, un susto, un perdón, un
calcetín perdido, una llave sin candado, una bombilla fundida, un mechero sin
gas, el grito de un mudo, una resaca, una tirita, una casa sin techo, un
cuchillo, un tatuaje. Un porqué sin cómo, una puta sin cama, un calmante sin
agua, una oreja mordida, una pulsera rota, un móvil sin cargador, un orgasmo
con consolador, una muñeca hinchable sin agujeros, un dedo sin uña, una mierda,
un cabrón, un gilipollas, un mal, un cadáver, un billete falso. Fumar.
El
deseo de vender el mundo, y de comprarlo. Ahorcarse con el lazo que envolvía un
regalo. Escupir hacia arriba y no moverse. Andar en círculos y no volver al
mismo sitio. Perderse en un beso a un vaso de chupito. Gafas negras sobre ojos
en blanco.
Yo,
aquí, sin más y sin motivo. Drogada, bebida, fumada, cansada, perdida,
encontrada, insultada, pisada, recuperada y, por fin, libre.
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